Hace algunos quién fue mi director de tesis de doctorado en economía me recomendó la lectura de Ramón y Cajal y Ochoa (2014), que no es un libro del 2014 sino que del 1899 (disponible libremente acá gracias al Centro Virtual del Instituto Cervantes). Acá iré dejarndo alguna notas sobre los capítulos que me llamaron la atención.
Lo que debe saber el aficionado a la investigación
Este es el cuarto capítulo que tiene el apellido de “biológica”. Sin embargo aplica para todas las ciencias, me parece. Entre esos “saberes” se listan: cultura general, necesidad de especializarse, lectura especial o técnica, cómo estudiar las lecturas, necesidad de inspiración en la naturaleza, dominio de los métodos y búsqueda del hecho nuevo.
Procrastinar
Acá se habla sobre enfermedades de la voluntad (Capítulo V) y agrupa las enfermedades subyacentes entre: contempladores, bibliófilos/políglotas, megalófilos (\(\rightarrow\) proyectistas), organófilos, descentrados y teorizantes. No puedo sino encasillarme en cada uno de estos estereotipos…
Condiciones
En el Capítulo VI, destaco 3 digresiones sobre deficiencia material, compatibilidad profesión-investigación y relación investigador-familia. Aspectos claves que (des)favorecen la situación para el ejercicio de la investigación.
Investigación en si
Acá enuncia 3 ámbitos para el proceso de desarrollo: la observación (sin prejuicios), la experimentación y la existencia de una hipótesis directriz.
Referencias
Citación
@online{cea2023,
author = {Sebastián Cea},
editor = {},
title = {Reglas de Ramón y Cajal},
date = {2023-08-28},
url = {https://sebacea.info/posts/2023-08-28-reglas-cajal/},
langid = {es}
}